jueves, 23 de septiembre de 2010
MI HIJO QUERÍA SER MAGO…
Mi hijo quería ser mago
Quería irse de casa
Para ser aprendiz de mago
Quería creer en la magia
Como se cree en la mañana
Cuando abrimos los ojos
Ahora mi hijo / sin embargo
Baja a la plaza
Y mira al día
Como un caballo blanco
Que da vueltas en la plaza
Una sonrisa
Una mirada
Delata en sus ojos
El gesto de un hombre
Que comparte cómplice
La coartada de los cuentos
Y no cree ya en la magia
Ya no cree en el cuervo
En cuya pupila
Somos tan sólo dos hombres en la plaza
Mi hijo aún
Ignora la magia
Que lo trajo al mundo
Como una chispa entre los labios
De su madre
Ignora la magia / la gracia de la amistad
Del consejo que llega a los labios
Como un cigarro
Como un porro que rula
De mano en mano
Ignora la magia
De la música
Del trabajo acompasado
Ignora
Que hay que tener los ojos
Las manos y la boca
Dispuestos para la voz
Abiertos a la verdad
Como la plaza se abre al horizonte
De sierras y cielos
Desconoce
La magia del instante
En que salta una rana y rompe
Los cielos del agua
No conoce
La puntada
El eje del momento
De la puerta entreabierta
En la casa que gira
En el bosque de los cuentos
Desde donde ahora le escribo.
Carlos Bozalongo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario