viernes, 17 de septiembre de 2010
Yo, que no entiendo
Yo, que no entiendo más que lo que veo y compruebo,
que no oigo más que aquello que acude a mis oídos,
que no hablo sandeces sin sentido y padezco mutismo de rumores,
que cargo su silencio en mi lomo ya vencido,
yo, verduga de verdugos, tengo el plumaje decidido.
Y, ojo, ni es de cordero la vestidura
ni en nidos de cisnes se alzan mis vuelos.
He de ver los avernos subir al cielo
y las alturas quejumbrosas en el suelo.
Porque yo, que no entiendo, veo.
Y, ante todo, siento.
Verónica Victoria Romero Reyes
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