Qué hacer cuando todo acaba y el juego termina, no se sabe muy bien cómo pero termina, quizá lo hayas perdido todo, o no. Acaba la espera en el día acabado, se oscurece el día por dentro, tu cuerpo se ovilla. Acaba la espera y Godot no ha llegado. Seguirás esperando mañana. Esperarás hasta que mañana acabe, y de nuevo el día se oscurecerá por dentro, y Godot no habrá llegado. Siempre acaba el día aunque el día siga luciendo de alguna forma, en ti de alguna forma, en ti ovillado, y tu boca confundida grita que todo ha acabado, que ya es oscuridad, no noche exactamente sino oscuridad, aunque el día siga luciendo y en ti luzca. Acaba la espera hoy, pero seguirás mañana, y en ti luce el día resguardado, la tea que ilumina al deseo. Pero -¡ah, cuervo agorero!, qué harás cuando esta luz se vaya y la sustituya una absoluta oscuridad de miedo, qué hacer si estás en tu rincón de sombra, indefenso. Qué hacer cuando todo acabe definitivamente y nada brille ya, ni pueda brillar, en el marco de tus ojos. Qué harás del poema desvanecido en tus manos. Qué harás pues, respóndeme, si todo acaba. Si te das cuenta que Godot no existe.
Juan Manuel Uría
2 comentarios:
Seguir viviendo. Quizás buscar la felicidad. Sorprender al miedo. Salir de ti mismo. Abrirte a los otros...
Salu2.
La vida despierta al siguiente dia mi estimado Manuel. Luego de perderlo todo la vida continua de manera increible.
Te dejo un abrazo
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