lunes, 8 de marzo de 2010

EL DESIERTO




Nuestros pies se convierten en huellas
antes de pisar el suelo.
Son palabras de un hijo del desierto.
Un bereber que esculpía
dunas con los dedos.



Marta Navarro


3 comentarios:

ybris dijo...

Ya esos dedos eran dunas antes de esculpir la arena.
No es extraño que pensara lo mismo de los pies.
Lo bello es recordarlo así de sencillamente.
Y decirlo tan bien.

Un beso, Marta.

Marisa Peña dijo...

Qué hermoso ese bereber esculpiendo su propia tierra...Coincido con mi querido Ybris.

entrenomadas dijo...

Ybris, Marisa, gracias.
Hoy que hace frío, pero mucho frío echo de menos la arena cálida del desierto y de las palabras.

Mil gracias,

Marta


Y mil gracias, Fernando.