Dijo la tierra:
–Ven,
sumérgete
en mí,
dame la vida
y yo te llevaré
a lo más profundo
y reinarás
como dueña y
señora del abismo.
Todas las
criaturas venerarán tu nombre.
Tu poder será
inmenso,
tu fuerza
inalcanzable
y juntas
venceremos al espacio y al tiempo.
Y dijo el agua
ingrata:
–No me llames,
que no quiero
ser tuya,
quiero seguir yo
sola mi camino hacia el mar;
quiero ser
libre.
María Dolores Tolosa
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