“Producir, por la fuerza, pruebas de valor, de devoción y de
grandeza.”
RAINER MARIA RILKE
“Es grande todo aquel que procura ser lo que ya es por naturaleza.”
RALPH. WALDO EMERSON
Desmiente a Hegel el desinteresado
gesto del hombre anónimo.
Desde lejos no puedo distinguir
su rostro, enmarcado en el espejo
retrovisor en el que se revela
la luz ya acontecida, el desnivel
falseado por la lente entre costumbre
y asombro.
¿Cuándo, cuándo se acalló
la inmaculada voz del instinto animal,
la piel, la grasa, el polvo de los días,
los astros de la noche y sus confines
borrados por la niebla?
Una mota de luz en el Apocalipsis.
Reconstruye el espíritu su forma
primera, su naturaleza.
No ha prescrito el impulso
solidario, el horror a la injusticia,
esa potencia de la fe que mueve
el mundo y te convierte en otro,
otro postrado ante las arbitrarias
leyes de la supervivencia,
otro en quien la mecánica
de sus actos precede al pensamiento.
Ejecutado en las afueras
de la conciencia, tanta valentía
busca la redención sin pretenderlo.
Hay algo en el aire que lo certifica.
Yo mismo, que jamás he consumado
nada que tenga un mínimo valor,
y sumergido en la desesperanza
sólo accidentalmente he estimulado
el coraje y la generosidad,
puesto a prueba, en la misma situación,
como si ese acto fuera rutinario,
puedo representar fielmente al héroe
que describo. La muerte no es siquiera
una eventualidad, un accidente,
porque no existe sin pensarla.
Carlos Alcorta
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