domingo, 30 de junio de 2013
Sentido
¿Y si de pronto callara esa voz?
Esa voz que desde lo más profundo,
desde el abismo de una obsoleta búsqueda,
de un pusilánime determinismo,
busca un objeto, un fin, un sentido.
¿Y si parase esa infructuosa persecución?
Si fuera capaz de silenciar
los gritos agónicos que piden una causa;
la ilógica creencia que, victoriosa,
preside un rumbo sin guía.
Si muriera ese idealismo trasnochado,
ese espejo cóncavo que ahogó a Máximo,
que dotó de alas al hijo de Dédalo
y que, en la vida real, solo intoxica.
Si aferrara la realidad sin ilusiones,
sin explicaciones frívolas y vanas,
que se cubren con un halo de falsa sabiduría,
de intelectualismo barato de todo a cien.
Si todo ello sucediera
o dictaríamos nuestras propias leyes,
nuestra moral temporal y práctica,
nos encumbraríamos los nuevos dioses
o caeríamos en la más oscura fosa,
en esa nada que abraza el nihilista
demasiado cobarde para morir,
demasiado escéptico para creer.
Pablo Iruzubieta
sábado, 29 de junio de 2013
¿Qué hacer?
¿Qué hacer
si el susurrar entre las hojas,
la sombra perenne de tristeza
no son más que el recuerdo infame
de una muerte próxima?
¿Qué hacer
si estamos en esta vida de prestado,
si aún hoy podemos pagar el alquiler
pero llegará el día en que no
y nos embargue el silencio;
un desahucio prometido?
¿Qué hacer
si las lágrimas al viento
no sanan esta herida,
no palian esta perpetua pena,
no curan este dolor,
no solventan esta vida trágica?
Trágica por ser finita y recordarlo,
por ser disoluta y olvidarnos,
por disolvernos en suspiros,
polvo, ceniza, llanto y nada.
¿Qué hacer
si ese susurrar entre las hojas
son los ecos sublimes
de reverberaciones tristes y tristes cadencias
de antepasados olvidados
que nos recuerdan su fortuna?
¿Qué hacer
si no podemos hacer nada,
solo esperar apagados
que finalice la pena
y los pesados párpados
caigan como marmóreas losas,
como lápidas sobre blanqueados sepulcros?
Pablo Iruzubieta
viernes, 28 de junio de 2013
Lázaro
No temas y continúa,
levántate y anda,
aunque el tiempo
hienda tus rodillas
y la pena quiebre
tu cansada espalda;
aunque no encuentres
salida alguna
y el laberinto
se te haga eterno.
No te preocupes
pues me tendrás ahí,
como un cayado firme
en el que apoyarte
y un rescoldo vivo
al que te puedas acercar.
Pues las penas compartidas
son besos y son manos
y, entre dos, los dolores
son medio dolor.
Sigue adelante,
que no te frenen
la derrota o el miedo;
que no te embauquen
mercachifles del fracaso
ni titiriteros tristes.
Y, ante todo,
ante todas las cosas
(aún cuando la muerte
al fin te cerque)
sonríe, sonríe siempre
que la vida no destruya
esa perlada hilera
de sueños e ilusiones
que aún nos quedan
por cumplir.
Pablo Iruzubieta
jueves, 27 de junio de 2013
La lápida con tu nombre
Y veo claveles que cortan
como desenvainadas espadas
y rosas que matan
con sus espinas en celo
desde las puertas de los cementerios
que callan por no escupirme
las verdades sin quimera
que otros no se atreven
siquiera a sugerir.
Y miro la tumba fría,
la sangrante calavera
ciega de ira y de vacío,
que desde su oscura oquedad
me acusa de todos los delitos
que cometí entonces
y que creí haber olvidado.
Quizá sean imaginaciones mías
pero hoy están más sucias
las fúnebres calles,
más agresivas las flores
en sus maceteros de plástico
y el aire me niega
su liviano saludo.
Pablo Iruzubieta
miércoles, 26 de junio de 2013
Intento de aprendiz de poeta
Anhelo ser poeta y así hablar
del mismo modo que hablan las alondras,
sueñan los bencejos, piensan los mirlos
y callan, por igual, todas las aves
cuando en la partitura del trinar
suena un silencio sutil de fusa
fugaz, instantáneo como la vida
y, a la vez, perpetuo como el tiempo.
Versificar el mundo es amarlo
ver en cada árbol un tupido bosque
anegado de pureza y hermosura,
como las manos llenas de una madre.
Cada momento se vuelve un "por siempre",
cada experiencia un universal
y en el verso arquetípico de Dios,
su creación en conjunto se presenta.
¿ Quién puede no soñar con ser poeta?
¿Con coger la vida gris y monótona
y encontrar el más excelso sentir
y descubrir la más viva belleza?
¿Quién puede no soñar con dar vida
a inertes palabras sin sentimiento?
Y, con el cuidado de un artesano
y el amor de un padre por su progenie,
tratar de hendir la emoción más pura
con la voz que esconde tu veraz nombre.
Pablo Iruzubieta
martes, 25 de junio de 2013
Infamia
Contaminando el aire de los ruiseñores
que otros con su arte supieron engrandecer,
inhalo tímido los fragantes olores
de las floridas primaveras del ayer.
Es un aroma de pasados luminosos,
son unos labios de verso, abeja y miel
que se presentan titánicamente hermosos
ante esta profana boca de carne y piel.
Divinos dueños del poético concepto,
como mancilla la brocha el fino pincel,
así garabatea este mísero inepto
los suaves trazos que firmasteis en papel.
Pablo Iruzubieta
lunes, 24 de junio de 2013
Elegía a D. José Luis Sampedro
Ya ha rozado tu afilada lengua
la manriqueña sal del mar en calma,
y has recostado tu cabeza venerable
sobre los sueños que no producen monstruos.
Tú, que has sido más joven que los jóvenes de ahora,
que no has dejado que la ruindad del hombre
abata la ilusión en un mundo mejor,
más humano y menos monetario.
Fronterizo entre las aduanas de la vida,
economista con alma de escritor y de poeta;
gracias por despertar a la indolente juventud
y a sociedades defraudadas
por las encorbatadas mezquindades.
Gracias por defender una economía
que no sea el látigo y la jaula
que oprimen al perdedor de esta batalla cruenta
que brutalmente llaman capitalismo.
Sirva tu humildad de sabio como ejemplo
a tantos ignorantes vanidosos.
Y que lloren el tiempo y el espacio,
los libros infidimensionales
y los hombres todos
ante esta sonrisa etrusca que resplandece.
Pablo Iruzubieta
domingo, 23 de junio de 2013
TE INHALO
Te inhalo silencio, desprovista de máscaras
Suenan músicas de otro tiempo
que me llevan al principio de la vida.
Exhalo aromas de otras vidas.
Mar Blanco
sábado, 22 de junio de 2013
MADRID
Era Navidad.
Caminamos de la mano
por la Puerta del Sol,
como dos niños
abriendo
un regalo de Reyes.
Lo recuerdo todo.
Besos de sol,
Luces de colores
diluidas hoy,
como pétalos de ámbar
en olvido.
Nací de ti
varias veces
aquella mañana.
Lo recuerdo,
antes del primer café,
la primera
Renací en el día…
¡tantas veces!
Entre
alumbramientos y cafés
llegó la noche,
para quedarse
en la calle Huertas,
Y posarse en la belleza.
¿Recuerdas?
El placer
selló los labios
con los vinos.
Las palabras de amor,
yo evanescente,
Tu liberado,
el metro,
la historia
de nuestros pasos
caminando contracorriente.
Una cama,
un escritorio,
unos zapatos de leopardo,
una silla…
lentejuelas serpenteando,
risas,
gemidos,
reflejos rojos.
¿qué quedó,
flotando
en mi memoria…
en la tuya…?
Aquí, en este día sin fin…
M a d r i d
se vuelve a abrir
como un regalo.
Mar Blanco
viernes, 21 de junio de 2013
LA NOCHE SIN TI
Atravesé la noche
esperando tu regreso
perfumando tus recuerdos
con mi aroma.
En el lado de siempre
coloqué tu ropa,
tu sonrisa,
Y tu frente en mi regazo.
Encendí las velas,
bebí del oro de tus
ojos ardientes
anclados en mi cuerpo.
Fui tierra, hoguera,
mar y viento
al mismo tiempo.
Me emborraché de incienso
y de palabras cautivas.
Dancé para ti entre velos
transparentes
Tejí un collar alrededor de tu cuello
con mis besos,
te coroné con mis manos,
extendí mi cáliz para
darte a beber
mi elixir sagrado
Por ti
Contigo
en ti,
sentí en el pecho
una punzada,
caí al suelo,
de ti
envenenada.
Mar Blanco
jueves, 20 de junio de 2013
RESURRECCCIÓN
Volveré a resucitar tantas veces
como muera entre tus brazos.
En el inagotable el sendero de la vida…
diáfana es mi caída.
La luna se acuesta en tu mirada
y el sol enciende tu sonrisa.
Ascensión a la dicha.
Descenso al ocaso…
Renací y renací …
¡tantas veces!
Tantas veces como me engendraste con tus brazos
Tantas veces como me perdí en los surcos del olvido.
Mar Blanco
miércoles, 19 de junio de 2013
YO PENUMBRO
En medio de esta quietud,
La noche se posa
sobre mi espalda,
como una mariposa intangible,
o es la espalda de la noche
sáxea,
esculpida
en mariposa
la que surca
tu nombre
en su aleteo
y recorre
esta insania
que desflora tu sonrisa
con sabor violeta
Yo penumbro
en tu costado izquierdo.
Tu penumbras,
en mi sabor a hembra
Y los silencios,
escritos en tu piel
¡arden!
el fuego los consume…
al alba del domingo.
¡Cenizas son de la penumbra!
INDECISIÓN
Guardo un rayo de sol en mi pecho.
Sobre mi cabeza llueven silencios que interrogan,
sies y noes que chocan
sin responder a ese pájaro inquieto.
Esta humedad penetrante, cala los huesos
y deja mi cuerpo inerte.
Quizá sea el momento de abrir mi pecho
Y sacar ese rayo de sol que me caliente.
Mar Blanco
martes, 18 de junio de 2013
¿POR QUÉ DEJAMOS PASAR…?
¿Por qué dejamos
pasar tantas cosas…?
Como el rayo de sol,
fugaz
que calienta
las palabras
en otoño…
¿Por qué construimos muros
cuando lo que queremos es
tender puentes?
Por qué camino a tientas
por tu cuerpo
cuando cierro los ojos?
Por qué te nombro
y mi voz no te llega?
Si supieras que te cuento
tantas cosas
cuando cae la tarde…
Te cuento que te quiero,
que me gusta mirarte,
y traspasar tu silencio.
Acariciar el tiempo,
en tus sienes.
El sabor de tus besos.
Y todo eso
que deposito en la almohada
hasta el próximo encuentro.
Todas esas cosas
invisibles
que acarician el alma
cuando te veo de lejos,
el roce tibio…
¿cuándo enmudecieron
los cuerpos?
¿Dónde han ido a parar
La pintura, la música?
Y el verso... que presenció
nuestro secreto?
Y dónde los besos ocultos,
las caricias muertas,
la noches de pasión que
dejamos para luego?
Dónde se fueron…?
Y es que perdimos el hábito,
el hábito
de vivir el momento
sin remordimiento
¡Dejamos pasar tantas cosas!
Quiero desaprender
tus silencios.
Desandar el camino
que me exilia
de tu cielo.
¡Dame las caricias
irreverentes
que conjugan
nuestros cuerpos!
Sé mi cómplice,
Tu y yo y el tiempo,
y recuperemos el momento
en el que volver,
a estar juntos
sea
¡contener el aliento!.
Mar Blanco
lunes, 17 de junio de 2013
CUANDO SUCEDES
Háblame en ese idioma
que sólo nosotros conocemos.
(Abro el paréntesis del alma),
Saltémonos las reglas
de la gramática.
Ciérralo con tu voz
en mi garganta.
Rebósame la piel
de palabras inmortales,
y mi boca interminable
de versos.
Incendia el alba
con el abecedario
en llamas
brotando de tus dedos.
Cuando tu nombre se viste
de domingo,
de templo,
de altar,
de liturgia,
de ofrenda
de letra sagrada,
henchida
en el lienzo de mi carne.
¡Lléname de absoluto!
¡Ocúpalo todo con tu lenguaje!,
Cólmame con tu verbo,
cierra con tus manos
mis interrogantes.
¡Porque sólo tú bastas!
Sólo,
Tú,
Bastas,
Cuando sucedes.
Mar Blanco
domingo, 16 de junio de 2013
El aroma de los libros
Los libros
huelen a descanso.
Se acomodan
en los fondos inquietos de los bolsillos,
se ocultan en los armarios.
El abrigo del tiempo
los cubre de sueño.
Duermen mirando al campo.
Despiertan
abrazados al invierno.
Se abren como amapolas,
como velas de un naufragio.
Navegan por mares de tinta
como dos enamorados
en su primera cita.
Marcos Jimenez León
sábado, 15 de junio de 2013
Amor
Palidecen los días
dejando la ausencia de un beso
impregnada en mi boca.
Sonríe el horizonte de los deseos
en la niebla de los labios.
Regresan los minutos mal vestidos
sedientos de noches sin tregua.
Anda el amor por las calles
escondiéndose de las miradas.
Es aire
enamorado de las veletas.
Una estepa desnuda
donde se abrazan dos mariposas de arena.
Marcos Jimenez León
viernes, 14 de junio de 2013
Otoño fugaz
Me paré a pensar.
Mientras pensaba
me olvidé del tiempo.
El otoño estaba a punto de llegar.
Podría arrastrarme
como hoja desahuciada de su árbol.
Me paré a pensar.
Quedé paralizado,
como un muerto.
Sin saber
si era un destello la vida,
si tenía que despertar.
Salí corriendo.
Pisando los relojes
que funcionaban.
El tiempo se cubrió de silencio.
Ya no pude pensar en nada.
Había caído sobre mí el otoño.
Marcos Jimenez León
jueves, 13 de junio de 2013
Aguacero
Ha llegado la lluvia.
Repentinamente acarició mi cara
sabiéndome lluvia.
De la ciudad emergen pequeños soles,
cañaverales de cristal.
Los coches hablan lenguas muertas,
hojas negras vierten en las aceras.
Fragancia de lluvia irrumpe en los sentidos,
impregna los labios,
endulza la saliva.
Delgada transparencia
derrama el agua en los ojos.
Armoniza mi cuerpo.
Tiene la lluvia dulce voz,
la siento cuando me llama.
Ella, sabe mi nombre.
Marcos Jimenez León
miércoles, 12 de junio de 2013
Conversando con la lluvia
Llueve y salpica en mi cara
la sonrisa distante de tu boca.
Se zambullen los pájaros.
Armónica melodía de luz incolora.
Delgados brazos de árboles
sostienen perlas de agua.
Un grito de viento
dibuja en mis manos tu nombre.
Te llamo: lluvia,
siempre respondes.
Llega el estío
y los besos se resecan,
corazones de vaho
se cubren de arena.
Nadie recuerda nuestros nombres.
Parecemos extraños.
Nadie nos habla.
En el barro
yacen las palabras, nuestros labios en llamas.
Marcos Jimenez León
martes, 11 de junio de 2013
Balada Inarmónica
Árbol caído en tierra soy,
monolito que se resquebraja.
Acudieron a cubrirme
gusanos de albahaca,
duendes del viento con sus capas.
Dejó el tiempo en mis anillos
calendarios de amigos ausentes,
monólogos solitarios de grillos.
El espíritu de la tormenta
diseminó gorriones de hierba;
anidaron mi herida corteza.
Un cielo amarillo de limoneros
convirtió terrones en avena.
De mi piel sin huesos
nació una alameda risueña.
Marcos Jimenez León
lunes, 10 de junio de 2013
Preso en el amor
Si amar fuese una condena,
preso soy de amor.
Amor tallado en piedra
con pétalos de lluvia,
con caricias de niebla.
Atrapado en un tiempo
sin noches ni días,
en el silencio del agua
donde las caracolas regresan.
Si no fuese amor,
quede mi corazón
cautivo de la tierra.
De este negado amor
nazcan alamedas,
corazones tatuados en sus cuerpos,
flores nuevas,
música de pájaros.
Marcos Jimenez León
domingo, 9 de junio de 2013
Tarjeta de visita
Puse en mi tarjeta estilista de árboles
cuando me hice podador.
Dije en la entrevista de trabajo
que leía prensa deportiva antes de dormir
y no que me acostaba con un libro de versos cada noche.
Desde niño pobre adorno la realidad para engañarme.
Y oculto mis rarezas a los mayores.
Ahora pongo la luna para que sepan que trabajo la noche.
También he puesto sereno y puto
para que no me confundan con un poeta o algo miserable.
cuando me hice podador.
Dije en la entrevista de trabajo
que leía prensa deportiva antes de dormir
y no que me acostaba con un libro de versos cada noche.
Desde niño pobre adorno la realidad para engañarme.
Y oculto mis rarezas a los mayores.
Ahora pongo la luna para que sepan que trabajo la noche.
También he puesto sereno y puto
para que no me confundan con un poeta o algo miserable.
Mariano Crespo Martínez
sábado, 8 de junio de 2013
Prohibido y nublado
Si pensáramos los días impares.
Si amáramos los días de sol.
Si fuéramos invisibles los jueves.
Si estuviera prohibido morirse con lluvia.
Todo sería tan previsible y tan imprevisto
como el temblor de tu sexo
para mi sismógrafo.
Y añado: alguien te comería
a besos, como yo pretendo ahora,
aunque esté prohibido y nublado.
No estamos hechos, amor mío,
para lo que con nosotros están haciendo.
Mariano Crespo Martínez
viernes, 7 de junio de 2013
Nocturno marinero
Qué te pudiera abrir con una mano.
Qué te pudiera cerrar con los labios.
Qué hay tras la quietud de los álamos.
Qué leve es la huella de mis pasos.
Qué profundo el mar
y estéril el fracaso.
Los peces, incluso cuando hablan, siempre callan algo.
Mariano Crespo Martínez
jueves, 6 de junio de 2013
Instrucciones para entretiempo
Tras cada periodo de amor concluso
meter el sexo en alcanfor
por si la polilla,
y regar con lágrimas los geranios
y con pucheros las delicadas petunias.
Hacer oposiciones a aduanas
ya que está el corazón tan plagado de fronteras
como de costuras.
Disparar a quien te recuerde como se quita la mancha de mora.
Abrir una libreta para ingresar un euro
por cada amigo que diga ya te previne
que eso vuestro no tenía futuro
y con ello sufragar el crucero al desembarco de Normandía.
Poner una vela a San Rencor patrón de los que se quedan a dos.
Los cirios, por supuesto, sin montarlos.
Anunciar tu libertad en facebook
poniendo en el perfil
el test de inteligencia de Bill Gates
y la foto de Leonardo di Caprio.
Escribir mil veces en twitter:
estoy solo por ser partidario de la independencia
y de la vida sin controles,
¡ea!, y tengo coherencia.
Ayuda económicamente escribir un libro de auto-ayuda
para hacer un viaje al engaño y empezar de nuevo
con la misma ilusión de la primera vez que tienen los amnésicos.
Y tricotarse una rebequita para ese fresquito
en el corazón y en la espalda que te deja tieso.
Mariano Crespo Martínez
miércoles, 5 de junio de 2013
Estirpe de Caín
Aunque tuve hermanas y no hermano,
he pasado las de Caín
pese a llamarme Mariano.
Cuando encuentran una quijada me acusan de asesinato.
Sea Kennedy, Luther King o un Papa de Cónclave equivocado.
Desde el Alfa a la Omega.
Desde el Génesis hasta el Apocalipsis
me he pasado la vida huyendo de alguien, de algo.
Soy el mayordomo,
el negro, el gitano, el chicano,
el paria terrenal,
el indocumentado,
el mirlo blanco,
el que está en donde no conviene y fuera de horario.
El correo culero de cebo
para llevar la mercancía a otro destino.
El señuelo.
Culpabilidad de infancia fugitiva
y olvidada en el templo,
confieso sin evasiva
en el diván del austriaco.
Que sea inocente
no cuenta para los prófugos y hasta da pudor declararlo.
Mariano Crespo Martínez
martes, 4 de junio de 2013
Encuentros en desfase
Desconozco si a ti te ha sucedido.
El toparte con una persona que conoce
el forro de tu biografía por el lado oscuro
y se regocija en escupírtelo
en certero salivazo.
Todo pasado tiene una persona.
Mi problema es que hablo del revés cuando mucho me enfado.
Mariano Crespo Martínez
lunes, 3 de junio de 2013
Amor
Hace falta tener mucha fe en uno mismo
para salir en peregrinación hacia el otro.
No pensar si no se gana o se pierde,
si se va o se viene.
Ese punto de locura hace falta.
Que se tiene gana
o que gana no se tiene.
Tener paciencia para no llegar
ni antes ni después
de que se te aguarde.
La ventaja de caminar solo
es que para llorar no es vital esconderse.
Mariano Crespo Martínez
domingo, 2 de junio de 2013
No quiero calma
Vengan a mí
los reinos sin fronteras,
sin tierra,
sin rey.
Vengan los cantos
de sirenas,
las ninfas del bosque,
las ínsulas de Sancho.
Vengan a mí
los sueños
y sus soñadores.
Porque quiero seguir
siendo yo,
ese ser, este ser
que no halla la paz,
que galopa contra el viento,
que navega proa al tiempo.
Y no,
no quiero calma...
no aquella que conforma
mientras todo pasa
y nada cambia.
Venga a mí
la vida
que de camino
a la no vida
ya me lleva mi destino.
acróbata
Tomás Soler Borja
sábado, 1 de junio de 2013
Infinito
I
Miro a la noche,
a la oscura noche sin estrellas,
a la piel de ébano del cielo,
a la carne negra del horizonte,
al vacío inalcanzable de ahí mismo,
al vacío más vacío…
Y sí, lo veo,
veo el oscuro vacío.
¡Veo el infinito!
Yo, un simple ser finito,
un pequeño haz de luz,
en mitad de la inmensidad más inmensa.
Lo tengo parado, quieto, infinito
justo en el centro de mis pupilas.
¿No es algo extraordinario?
¿No es algo digno de ser contado?
¿No es…?
Es el infinito.
II
Alargo la mano
y lo palpo…
Su tacto es frío
y etéreo,
su epidermis, de invierno oscuro,
de madrugadas sin sereno,
es gélida como noches sin sombras,
como los días sin sol.
Sí…
y en un acto de cobarde valentía,
de valiente inconsciencia,
las alargo aún más,
mis manos, pálidas y sinceras,
de palmas desnudas,
de dedos temblorosos,
de yemas libres de blasfemias
y lo agarro…
Y es nada,
humo de un incendio frío,
ceniza sin cuerpo ni alma,
nada…
aún sabiendo que es el todo
de una ausencia ausente,
ausente hasta de si mismo.
Es el infinito,
¡el infinito!
Y sí, lo puedo asegurar,
desde la brevedad de mi tiempo finito
se siente infinito,
lo percibo eterno.
Tomás Soler Borja
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