viernes, 7 de junio de 2013

Nocturno marinero




Qué te pudiera abrir con una mano.
Qué te pudiera cerrar con los labios.


Qué hay tras la quietud de los álamos.
Qué leve es la huella de mis pasos.


Qué profundo el mar
y estéril el fracaso.


Los peces, incluso cuando hablan, siempre callan algo.




Mariano Crespo Martínez

1 comentario:

Indra dijo...

Qué brevedad más intensa Mariano...

Bs