En el lugar que estés,
dónde te haya puesto Dios
en ese preciso lugar, te seguiré amando.
Así no creas en él, le pediré que cuide de ti.
Aunque te asumas ateo y no reces,
yo rezaré en tu nombre, pidiendo
colmen tu casa de estrellas,
te bendigan con rosas sin espinas;
me quiten mi calor para que nunca sufras de frió.
Porque no importa que no me ames,
que no te interesen mi letras
y ahogues mis suspiros en el olvido.
Te amo y es lo que siento;
así me alejes de tu mundo,
saborees otros labios,
tu silencio me indica que estás ahí
por eso repetiré: te amo
hasta que mi voz se desgaste y quede muda.
Sin importar que mi entorno
se ponga negro, buscaré una luz
para mandarte mis besos,
seguiré escribiendo poemas,, así no los leas,
sonreiré para ti al despertar aunque tú, no me veas.
Victoria Falcón Aguila
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