Oí tu voz quizá, sin que me hablaras
Volviendo a caminar por mi memoria
Siendo una ensoñación, tan bella historia
Pero al abrir los ojos, tú ya no estabas.
Deshecho me quedé, por esa huída,
Del cuerpo inmaterial que yo tocaba
Si cuando acaricié, yo lo notaba
Y sin embargo tú, te diluías.
Y como puede haber tal paradoja
Que siendo tan real lo que vivía
Esa ensoñación, me sabe a mofa
Quizá no fue real, ni aún existía
Esa historia de amor que me sonroja
Pues antes de nacer, ya se moría.
Ángel Portolés
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