Mañana puede que sea demasiado tarde
para decir que te amo o tal vez,
para pedirme perdón.
Mañana puede que tu amor
ya no me sea indispensable
y tu regreso no espere más.
Entre hoy y mañana existe lejanía.
El tiempo como verdugo implacable,
congelará mi mirada que antes te acariciaba
y su marcha no detendrá.
La distancia cómplice sádica
convertida en blanco pañuelo,
mis lágrimas se encargará de enjugar.
Aparecerán arrugas en mi cara
y los recuerdos borrosos
se tornarán difíciles de capturar.
Quizá, una tarde dentro de muchos años
llegue tu nombre provocando leve sonrisa
pero ya no me dolerás.
Te juró que mañana puede ser muy tarde,
si hoy de mi, tú te vas.
Victoria Falcón Aguila
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