Miénteme, háblame al oído, hazme volar a las nubes, tocar el cielo con tu voz perdida, con tus dedos seduciendo mi serenidad y atrápame. Necesidad realista adquirida con el tiempo. Soy mujer que se rompe y dejo en tus manos la cobardía, las ansias que me administras, cuestionamientos. Dejo en ti todo mi cuerpo, mi apareamiento, deseo carnal, fragilidad, llanto guardado. Dejo en ti lo pasado mirando el presente, donde eres tangente y me observas cuando llueven espasmos. En las noches mis manos vuelan en mi ceguera con una tela que se rasga, con un costal de colores, pincel sin óleo, escrito sin papel, y tú me llevas a un éxtasis desconocido. Me recuesto en ti y me quedo plácida como hoja seca.
Diana Ríos
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