domingo, 6 de abril de 2014
LENGUA
Una pausa de calma frente al mar
donde los pinos claman por la lluvia
antes de ser ceniza o lumbre alzada.
Es un tiempo de sol, aromas a resina,
intensidad de luz que la ola trae.
Nos dejamos llevar por los vaivenes
de esta lengua que lame –tan cauterizadora-
las secretas heridas de todos los naufragios.
Efi Cubero
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