Podría amarte aún más.
Amarte más de lejos.
O mucho más cerca.
Caer sobre tu cuerpo
como hierba fresca recién segada.
Y volverte primavera
Podría amarte con locura
en la cordura inestable
de tu cuerpo que cimbrea.
En los cantos que te llaman en mis poros.
En mi respiración.
En mi duermevela.
Podría ser agua de tu cauce
Alas de tu libertad surcando el cielo.
Deslizarme como gemido entre tus piernas.
Derramarme en ti como aguacero.
Pero te amo así.
Como yo quiero.
Desde mi sueño.
En lo más profundo de mi silencio.
Ana Vivero
6 comentarios:
Poder y no querer,
querer y no poder...
Dos formas de perder.
Se gana un bello poema.
Una forma muy sutil de amar: en silencio; pero también es una forma cruel de sufrir.
Bello poema. Besos
Gracias, Francisco
Afortunadamente, es poesía también José. ;-)
No sé, ni quiero, ni puedo yo, hasta ahora, amar en silencio.
Gracias por tu comentario y el calificativo que le das a mi poema.
Besos
Nada que agradecer, Ana. Realmente me parece una bella poesía. Y es evidente que es sólo poesía; en la vida real, el silencio se usa para despreciar, no para amar.
Hay ocasiones en que uno es merecedor del silencio del otro.
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