El frío en verano envenena nuestros poemas
y los deja sin respiración en una calle seca
donde hasta tu perfume se convierte en arena
Nadie se fía ya de aquel verano
ni de sus jardines olvidados
pues sus entrañas contienen el virus y la capacidad de convertir en moho
toda nuestra enfermedad.
Gemma Carreras
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