¿Cómo hacer de la génesis un poema?
Seguir y no pensar en nada más.
No hay tiempo ni forma de perderse.
Así podría empezar la historia:
aguardas delante del espejo y sale la cara de otro rostro.
El terror nocturno.
Mi padre.
Mi madre.
Mi hijo.
El miedo que enferma.
¿Cómo vivirse?
¿Cómo pensarse?
Sé tan poco, quizás sólo soy mujer.
Cierro los ojos dentro de otros ojos.
Sólo observo que las piedras cobran vida.
Fui niña pequeña que se atragantaba con sus lecturas.
De repente se rompió el círculo y corrí en línea recta,
después volé en círculos y se abrió el espejo.
Un pájaro invisible se mira en el cristal hasta hacerse visible.
Es el mismo pájaro que cambió el espejo.
María de Paz
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