A Miguel Hernández
En olvido arrumbada,
como el trasto
cuyas teclas huyeron en el tiempo,
aún arrincono en mi metal profundo
el gozoso bullir entre tus manos,
los silencios de perdida mirada,
la latente cadencia de tu rayo incesante.
Si pudiera sentir,
añoraría
aquel despacho libre de paredes
con aromas de viento y aleteo,
y el peritar febril en los poemas
cuando el sentir desborda por palabras.
El óxido corroe mis entrañas
y el tiempo apura el oro de sus huesos
para fundir las letras de tu nombre.
Isabel Miguel
4 comentarios:
Excelente poema. Una joya de lenguaje poético.
Mi abrazo,
Laura
Un placer leerte Isabel, de verdad.calidad, honduray autenticidad.POESÍA.Besazos.
¡Y comienzas con mi poeta preferido, mi amado Miguel! Bien empezamos.
"El óxido corroe mis entrañas
y el tiempo apura el oro de sus huesos
para fundir las letras de tu nombre".
Me encanta. Besos, amiga poeta.
Isabel: Tengo que decirte: Delicadas pero penetrantes evocaciones del poeta y un lenguaje sencillo pero efectivo para traerlas a la luz. Firmaría tu poema.
José Miguel
Publicar un comentario