lunes, 31 de marzo de 2014
CONDICIÓN DEL EXTRAÑO
Sin prisas el extraño no desea
la exactitud perdida en el camino,
de vector a vector vive el presente,
transporta la memoria fragmentada
y aplaza siempre todo; el encuentro,
el abrazo, la amistad perdurable o pasajera.
Carga al hombro su mundo, su lenguaje,
ese fuego solar sobre los ojos
con que impregna la vida.
A veces lo sorprende una palabra
que llega desde dentro sin buscar ni explicar,
así, como el rasar tan silencioso
que producen los remos sobre el mar interior
de la conciencia…
Un cielo de baldosas
lo mira desde abajo sorprendido
de la profundidad de su pisada.
Efi Cubero
domingo, 30 de marzo de 2014
TÉ A LA AMERICANA
Estábamos cercanos a la mar.
Tú tomabas un té a la americana
con canela y licor 43.
Me regalaste un libro de poemas.
Te di las gracias.
En la noche afilaste tu venganza
poniendo el filo en mi garganta.
Ni te odio ni te quiero.
Regresé con mis lágrimas de siempre:
las de niño y las de hombre.
Tomé un “J-B”
en la barra de un sucio puticlub.
La trompeta de Chet Baker lloró
lágrimas melancólicas
de jazz.
Una chica de alterne me miraba.
Hicimos el amor.
Aquella noche
la quise como a nadie:
más que a ti.
José García Pérez
sábado, 29 de marzo de 2014
TÚ
Tú que tienes semillas donde escondes prudente
aquello que pensamos. Tú que tienes callada
en tu manto de noche las olas del amor
descubre al mundo tu palabra.
La palabra se muere sin la gruta del eco
y marchita a la sombra. Tú que tienes el agua
del embalse celeste de los sueños de estrellas
abre la puerta de sus almas.
No guardes cautelosa la tormenta de soles
en el alma que tienes, tú que mueves al alba
la seda de los hilos que mecen los cimientos
donde las pasiones descansan.
José García Pérez
viernes, 28 de marzo de 2014
ENTRE CUATRO PAREDES
Nos amamos con prisas entre cuatro paredes.
Aún recuerdo el ocaso del cigarro encendido,
de la copa vacía, del silencio presente,
sin embargo amor mío: nos quisimos.
Cuando tú me contabas travesuras de niña
en la cama sentada, yo veía en tus manos
las arrugas del tiempo como leves caricias,
a pesar de los años: nos amamos.
Entre cuatro paredes detuvimos el tiempo,
la ventana asombrada percibía el prodigio:
el invierno por fuera, primavera por dentro
y en la cama, en silencio: nos sentimos.
Cuando tú me decías que querías salir
por la orilla de la mar, un cigarro encendía
y en las cuatro paredes te mimaba yo a ti
y entre olas de amor: vimos la orilla.
Hoy paseo lugares de radiante fulgor,
pero aquellas paredes con sus almas desnudas
y el visillo pendiente de la entrada del sol,
aunque muertas al tiempo: nos alumbra.
José García Pérez
jueves, 27 de marzo de 2014
LA NOCHE SOBRECOGE EN SU DESMAYO
La noche sobrecoge en su desmayo
y una incipiente niebla
besa los arañazos que a la luz
del día recibí en mi cautiverio.
He salido de mí
dejando los grilletes en su sitio:
me esperan al regreso
en brumas de noticias que no cesan,
pero hoy, por un instante,
he sentido el impulso de lo libre,
la felina llamada de la noche
que insinúa deseos de ser yo.
He sellado con lacre la salida
que lleva mi razón hacia los otros
y camino sabiendo que se suman
a mis pasos pupilas de sagrados
cantos de libertad.
He vuelto la mirada a las estrellas,
siento que piso la humedad de Dios,
comparto con la noche el esqueleto
frío de las profundas magnitudes
y cubro los vacíos que yo mismo construyo.
José García Pérez
miércoles, 26 de marzo de 2014
ERA TODO TAN FÁCIL
Era todo tan fácil.
Estaba todo tan cerca de mí:
el pezón de la madre,
el gris de aquellos ojos,
la serena mirada de vigilia.
Era todo tan fácil
que nunca quise despegar de allí.
Los años y su roce
desnudaron mi ser a la intemperie
y un recodo de frío
habitó para siempre mi existencia.
Ahora, cuando suenan
tan lejos las palabras de los hechos,
la vaga estancia de las claras luces
balacea de nuevo
siseando sus mimbres mi persona.
José García Pérez
martes, 25 de marzo de 2014
NEGACIONES
-IV-
NO fui capaz, a secas, sin tapujos.
Tuve miedo de mí, de ti, de todo
y sin embargo te amo.
¿No me crees?
Si me vieras llorar
cuando se apaga la luz y se enciende tu sombra.
No me crees,
y sin embargo te amo.
José García Pérez
lunes, 24 de marzo de 2014
ME SUMERJO EN LAS SÁBANAS
Llegó la noche
con luz de soledad.
Me sumerjo en las sábanas
arrugadas de ayer.
Hace o tengo frío de ti.
Tu leve voz de buena nuit no vale
porque suena como otras,
ya sabes, sin tus labios arrullando los míos.
Deslicé lento
mi cuerpo por el tuyo:
pero no estabas, tan sólo tu ausencia,
y en ella me cubrí.
José García Pérez
domingo, 23 de marzo de 2014
Sin mirar atrás
Hay un beso en el aire
que se pierde de calle en calle
y se encuentra con la nada;
Hay una caricia
que muere en el tiempo;
Hay una mirada sin rumbo
que ya no encuentra reflejo,
¿Dónde está el abrazo
que acune el dolor
del vacío de las horas?,
Hay deseos y sueños
perdidos en el aire,
mientras la vida camina
con su paso rápido,
sin mirar atrás
que se pierde de calle en calle
y se encuentra con la nada;
Hay una caricia
que muere en el tiempo;
Hay una mirada sin rumbo
que ya no encuentra reflejo,
¿Dónde está el abrazo
que acune el dolor
del vacío de las horas?,
Hay deseos y sueños
perdidos en el aire,
mientras la vida camina
con su paso rápido,
sin mirar atrás
Ana Agudo Martín
sábado, 22 de marzo de 2014
Y vuelo
Y cuando todo está del revés,
cuando la palma de una mano
se vuelve desconocida,
cuando los puzzles se deshacen
y se pierden sus piezas,
en mares de silencios,
en desiertos de palabras;
Es cuando me bebo
sorbo a sorbo mis lágrimas y mis risas,
me refugio como entonces,
como siempre,
en el abrazo eterno de mis libros,
de mis poemas,
de la palabra verdadera de una historia.
Pongo una rosa roja en mi pelo
abro las alas y....... Vuelo.
cuando la palma de una mano
se vuelve desconocida,
cuando los puzzles se deshacen
y se pierden sus piezas,
en mares de silencios,
en desiertos de palabras;
Es cuando me bebo
sorbo a sorbo mis lágrimas y mis risas,
me refugio como entonces,
como siempre,
en el abrazo eterno de mis libros,
de mis poemas,
de la palabra verdadera de una historia.
Pongo una rosa roja en mi pelo
abro las alas y....... Vuelo.
Ana Agudo Martín
viernes, 21 de marzo de 2014
Amanece II
Cada tiempo de dudas
necesita un paisaje (L.G.Montero)
Amanece
aún reinan la quietud y el sueño,
miro el horizonte siempre curvo
de un cielo azul y algodonoso,
mi mente rueda como un remolino
y me convierto en viento
suave, espeso, espumoso,
para entretejerme en tus pensamientos,
en tu memoria, en tus añoranzas, en cada uno de tus deseos
y anidar en tí siempre y en tu abrazo.
Amanece frente al cristal,
cuando estoy sola es el silencio el que murmura
y me trae el lenguaje de unos labios,
de unos ojos, de unas manos,
en el azul de una isla que marcó un comienzo,
un destino.
Ana Agudo Martín
jueves, 20 de marzo de 2014
Ella, la tristeza
Va llegando con la noche
siempre vestida con su oscuro velo,
baja los escalones y
rodea todos los rincones
sin estrella.
Hasta el fondo del corazón
Ella, la tristeza
y se acurruca en una esquina
Ella, la tristeza,
abrazada a momentos
añorando miradas pintadas de olvido,
muerte de caricias e ilusiones
haciendo tristeza de la tristeza.
Hay noches que el alma
con eterna mirada ausente,
la acuna dulcemente
llorando lágrimas de estrellas.
Ana Agudo Martín
miércoles, 19 de marzo de 2014
Lunar
Como una flor en mi pecho
seca ya de lágrimas,
ha quedado prendida tu ausencia.
Y un pequeño lunar
es tu recuerdo.
Ana Agudo Martín
martes, 18 de marzo de 2014
Bola de cristal
Esa palabra que ya no dice
aún es pálpito en sus oídos.
Ahora siempre está
en los atardeceres ausentes
y desde el corazón
de una bola de cristal,
se esconde en una triste
desolación,
para verle marchar,
para ver marchar
a quien ya no conoce.
El viento que no existe ahí dentro
hace que lloren sus ojos.
aún es pálpito en sus oídos.
Ahora siempre está
en los atardeceres ausentes
y desde el corazón
de una bola de cristal,
se esconde en una triste
desolación,
para verle marchar,
para ver marchar
a quien ya no conoce.
El viento que no existe ahí dentro
hace que lloren sus ojos.
Ana Agudo Martín,
lunes, 17 de marzo de 2014
Banco vacío
No esperes nada,
olvida ya
o no olvides,
solo camina por este silencio
de girasoles sin sol
de noches sin estrella.
Hoy las palabras huyen y se esconden
por miedo a ser.
Mañana es un acertijo
de dados que no dejan de girar
y que se precipitan en ese eterno giro
hacia un vacío oscuro,
sin miradas
sin idioma en la piel,
en esta realidad espesa
que no nos pertenece,
que es ajena
que no es plural.
Queda este banco vacío
esperando saber que traerá el tiempo de mañana,
quizás entonces estés sentado a mi lado
y puedas contármelo.
olvida ya
o no olvides,
solo camina por este silencio
de girasoles sin sol
de noches sin estrella.
Hoy las palabras huyen y se esconden
por miedo a ser.
Mañana es un acertijo
de dados que no dejan de girar
y que se precipitan en ese eterno giro
hacia un vacío oscuro,
sin miradas
sin idioma en la piel,
en esta realidad espesa
que no nos pertenece,
que es ajena
que no es plural.
Queda este banco vacío
esperando saber que traerá el tiempo de mañana,
quizás entonces estés sentado a mi lado
y puedas contármelo.
Ana Agudo Martín
domingo, 16 de marzo de 2014
La incertidumbre
La incertidumbre
es la compañera fiel de las calles rotas y blanco.
Otra vez
la no pregunta
de tantas respuestas.
Esas manos
que acarician
sín rozar
la totalidad
de los viejos candelabros
con velas de vainilla y acero.
Fernando Vallejo Agreda
sábado, 15 de marzo de 2014
jueves, 13 de marzo de 2014
Todos los besos del mar
Todos los besos del mar
encontraron
tus labios.
Las manos se desgastaron por acariciar tanto la arena.
Eras siempre tanto
que siempre eras
mar.
Fernando Vallejo Ágreda
miércoles, 12 de marzo de 2014
Me tiemblan los dedos
Me tiemblan los dedos
y se me amontonan
las palabras.
Vuelve otra vez
esa mirada.
El iris negro
sorprendido
en la cabalgata
de las cafeteras
amarillas.
Otra vez esas manos
de escritor.
Vuelves a mí
como los raíles
de un tranvía
cargado de libros.
El sueño
es
recordar
tu
voz.
Desear tu voz
en la mesa de mármol blanco
donde los niños
rompen sus dientes.
T V
U O
Z.
Fernando Vallejo Ágreda
martes, 11 de marzo de 2014
Hoy
Hoy
he escrito
tu nombre
con miedo
en la pared de mi casa.
En rojo.
Quería verlo
por la mañana.
También por la tarde
y en el sueño
azul de julio.
Fernando Vallejo Ágreda
lunes, 10 de marzo de 2014
El frío mármol
El frío mármol
se transformó
en el lecho
de nuestras palabras.
El tiempo
frenó
su curso habitual.
Quería descubrir
en el negro iris
de tus ojos tantas palabras.
Tus manos eran
pacientes,
delicadas,
precisas en sus movimientos.
Escuchabas expectante
la voracidad de mis poemas corrompidos.
Sonreías.
Al ponerte en pie
me di cuenta del hombre que eras.
Tu calle preferida
se convirtió para mis pisadas
en camino deseado y perdido.
No quería que acabase la calle.
Tu andar me tranquilizaba.
Quería asesinar el reloj de los atlantes de piedra.
Tu adiós fue cercano.
Marchaste con Rimbaud bajo el brazo
y la cabeza sin sombrero
repleta de hojas amarillas.
Fernando Vallejo Ágreda
domingo, 9 de marzo de 2014
Viaje adentro
Viaje adentro, al fondo, a ese barro primero
solícito para las manos, los algodones
tendidos en coincidencia con la herida.
Lo blando: refugio de las aristas
que nos duelen.
Viaje por los corredores
de la sangre, el andamiaje de calcio
que nos alza en rebeldía incesante
ante la gravedad.
Para ser polvo encendido en la frente
de algún dios, reconciliación
de puntos cardinales, fervor
que nos eleva a esa colina
desde donde podemos ver
la infancia que nos aguarda.
[Viaje adentro]
Laura Giordani
sábado, 8 de marzo de 2014
Este cielo
Este cielo –archipiélago encendido sobre los
cráneos- será prodigio renovado cada noche,
mientras los ojos se abran al fulgor que llega
tardío a las retinas, fogata de un náufrago
muerto hace tiempo. Nuestras cuencas rastrean
algún signo, alguna hoja de ruta en los astros
convalecientes de un esplendor remoto, como si
custodiaran algo que nos pertenece en su pulso
quebrado por la longitud del viaje.
Traducimos en belleza ese furor de polvo y
gases y luz a la deriva: diáspora que sólo
encuentra permanencia en nuestra frente.
[Cielo nocturno]
Laura Giordani
viernes, 7 de marzo de 2014
Bajo la piel hay alforjas
Bajo la piel hay alforjas
para guardar las noches
lentas, ojeras ocaso
donde se ponen
fulgores y encallan los soles
hasta hacerse crónica
nocturna, pliegue
del desvelo.
Marsupiales
cargan sus penas párvulas:
ese modo
tan humano de llorar
por dentro, de penar
por dentro hasta convertir
en piedra lunar
el llanto.
Dos criaturas de lomo púrpura
abrevan la luz
convaleciente
en nuestros ojos.
[Ojeras]
Laura Giordani
jueves, 6 de marzo de 2014
Karuna
I
para ver algo más que caracoles vacíos
el declinar perpetuo de la savia y la sangre
la caída de todos los cabellos
y frutos
habrá que hundir las manos
en tu corazón primero
subvertir los átomos
abrir las aguas
ver con tus ojos
prados más allá de la frente
en pértigas de compasión
traspasar la espesura de lo visible
la ilusión
de lo separado
II
ser al fin sin cauce
sólo desmemoriada agua de la piedra
que la engendró en la cumbre
compasión de la arena en la que
la piedra disuelve su recuerdo de la altura
sólo contigo
fondo solo
III
girar de otra forma,
estremecer las omisiones:
esas piedras orbitando el corazón
estrellas muertas
capturadas por la tibieza en declive
de los cuerpos
resquebrajar las compuertas
dejarse anegar
ahora las cortezas mojadas
pueden arder bajo el corazón de los muertos
el fruto dejarse caer de su gravidez de azúcar
al suelo
prematuro
el árbol llorar su altura
junto al pájaro derribado
*Karuna es un vocablo sánscrito que se traduce como acción compasiva
o acción emprendida para disminuir el sufrimiento ajeno
Laura Giordani
miércoles, 5 de marzo de 2014
Primera vez
Sus noventa y siete kilos y toda
su lujuria cayeron sobre tu pubis
de nieve aún blanda.
Si hay dios, que esta noche
caiga de rodillas y llore
todo lo creado.
Laura Giordani
martes, 4 de marzo de 2014
Tormentas de tierra
“Tenían como una lepra la infancia devorándoles el pecho”
Clarice Lispector
Tormentas de tierra
sulquis
escuerzos
las tazas que habían venido de Europa
descascaradas
las fotos de niños ya muertos
las paspaduras
el primer vello en el pubis
fruto que se volvía extraño
la infancia un carozo de durazno
trepanado por hormigas negras
papá silbando en el patio
mientras quema sus libros
todas las memorias amarilleando
bajo el cráneo
nostalgia: esta dulce podredumbre en la espalda esta pútrida dulcedumbre de las palabras que no mueren del todo como esas hojas que antes de desaparecer agonizan juntas en parvas exudando el fervor del verano y la savia
Laura Giordani
lunes, 3 de marzo de 2014
El vertedero
Dunas que ningún viento puede erosionar
ni siquiera tus manos rompe-cielos
tus manos despluma-ángeles
sucias manos de ellos de mí
tus manos sucias de todo
Paraje de lo olvidado
de los pájaros de buche hondo
sobrevolando las costillas
Desvencijada viaja la vida en tu sangre
tu vida siempre sin un asa
Vas enhebrando deshechos
descontándoles el asco
para construirte un arca imposible
un arca que te lleve lejos del fondo
a orillas sin estrenar todavía
Sale el sol del otro lado
en tu Este salen tábanos
cartones
puntas
cada vez más afiladas
para tus pies de nieve encallecida
Para ti salen soles enfermos
y la luz se va pudriendo
en tu nuca
Niño que vas entre nuestros restos
los ángeles te hablan
con un lenguaje de moscas
humo
hollejo
llaga corte tachadura
y a punto de perecer
y flores amoratadas
Ahí vas
por un rompecabezas inmundo
como si el mundo se rompiera
cada día a tus pies
y no encontrara sutura
Laura Giordani
domingo, 2 de marzo de 2014
UNCIÓN
Con el cabello verde atado
la primavera dibuja
una clave de sol
y toca el piano
a dos cuadras del arco iris.
Mirada.
El recuerdo de tu rostro
se desintegra en mi memoria
traidora, frágil.
Se vuelven confusos
los bordes de tus labios
en la geografía de los míos.
Una presencia sombría
se hace cargo
de la dulzura de mi cara
y me llueve frío
el dolor en todo el cuerpo.
Acorde a cuatro manos
la campana que rescata tu silencio.
Es linaje musical
el regreso de tu voz
del otro lado
de la verdad sin huecos.
Explosivo de reminiscencias
que estalla en la cabeza,
en el corazón, en la garganta.
Esquirlas de terrorismo emocional
con las que reescribo
mi historia cada día.
Las palabras que nunca llegaron
a la hoja en blanco
se escapan por la espalda
de la oscuridad
que se estremece de aullidos
entre las insolentes piedras del camino.
Tímido.
Vulnerable.
Infinito.
Mi amor
es esta unción de mieles perfectas
en la piel de esta historia,
tesoro escondido
en tu bolsillo derecho.
Sandra Graciela Gudiño
sábado, 1 de marzo de 2014
IDILIO
Trovadora.
Creo en la bondad del corazón,
en la redención del extraviado,
en la revolución del alma
y en el oficio de la palabra.
Trotamundos.
Conozco la lengua de Éluard,
Todo el amor de Neruda,
un candado en el Pont Des Arts
y el oficio de acariciar con la voz
todo lo que nombro.
Palabrera.
Con la esperanza en el verbo
soy el verbo esperanza.
No le temo a la palabra que dice,
ni a la que calla.
No le temo a la lágrima que sobra,
ni a la que falta.
Idilio con la palabra
que nace en la selva
de mi ombligo,
entraña vegetal,
que rompe uno de sus latidos
entre los latidos de mi corazón
y me somete:
jadeo ininterrumpido
por el relampagueo de imágenes
al borde de las uñas,
revoltijo de trinos detrás del pecho
antes del amanecer.
Poesía,
zurce el hueco de mi esencia
que vaga,
de tiro corto y en zapatillas.
Sandra Graciela Gudiño
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