¡Mugre del Cielo que cae sobre mí
como una hojarasca de pájaros muertos!
Ah! El bosque estaba tán lejano a mis manos
-Tan cercano a mis sueños –
Almamelalma – te dije – y lo recuerdo –
( Almamelalma…)
(¡Aggg! )
Diosa aun no concebida por la placenta de mi verbo!
Mujer sobre mil Mujeres viviendo la sangre de mi cuerpo!
Almamelalma – te dije –
(y lo recuerdo)
…Pero tu Cielo cae en mi
como cenizas de alas muertas…
… Pero tus alas caen en mí
como la lluvia de alas quietas…
-Almamelalma, te dije,-Almamelalma-
¡Ah! Lagrima que sangran mis lagrimales en cada herida!
¡Ah! Sangre que lloran mis venas en cada partida!
Almamelalma, te pedí.
Debi decirte que sin vos, el Cielo cae a pedazos
como una nube de aves negras
que anticipan la agonía…
Debi decirte que eras la Maga, que eras la lagrima, y que eras la herida...
Germán Valva
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