En todos mis sueños
aparece la solidez de tu forma.
He sentido la voz de tu carne
gritando en el interior de mi boca.
He sentido tu calor
en los suspiros de mi lengua.
Deseo tanto tus hombros
que quiero morir ahora mismo
y renacer como una flor nueva que deshojas
-blanca y amarilla- Recogerás el polen
que se expande desde mi corola.
Y si hoy no te digo que te quiero
es porque el único lenguaje
que entienden mis anhelos
son los largos besos de tu boca.
El cielo se enreda en un árbol
y nos contempla. !Mira
cómo tiembla aquella luna llena!
Voy a salivar sobre tus muslos,
morderé tus rodillas de azucena.
Y si el sol necesita más fuego,
que se pose entre mis piernas.
Huyen las estrellas
a jardines alados de la Tierra
y alumbran en silencio
mi ligera existencia.
Atraviesas con tu cuerda
mi pozo mojado
hasta alcanzar mi esencia.
Una mariposa flota
entre recuerdos rojos de amapolas.
Besas mis párpados
para proteger mis sueños.
Inundo los montes de tus manos
y recorro la larga y suave
superficie de tus dedos.
En tus pies pasaré
el nuevo-siglo entero,
lamiendo la dulzura
de tus pulgares viajeros.
Laura Villanueva
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