Es el momento de la vida, del incendio, de la pureza.
Es el momento de la luz.
Es el momento del vuelo.
Es el momento de absorber mi mente.
Es el momento de bucear en mares
como la seda, solo con mi corazón
azul.
Es el momento, para la esencia,
del amor.
Es el momento de la dulce Anisoptera.
Es el momento de llamar a un dios
para luchar contra la razón de la existencia
Soñando con otras materias.
Mirando sus ojos impasibles
Es el momento de las intenciones,
los cuerpos desnudos que cruzan de un lado a otro,
sin hogar, sin esperanzas, y la mujer
vagando por el planeta de los hombres.
Es el momento de velas encendidas.
El sol y mi piel están enamorados.
El viento envidia nuestros sentimientos.
Es el momento de llevar secretos,
como es el secreto del pájaro,
dentro del árbol.
La religión es una pesada carga sobre mi espalda,
intrusiva, que resulta de la solidificación de magma
ascendente entre las rocas sólidas de la corteza de mi corazón.
Su velo está hecho de nubes y nudos,
todo es de seda, su metamorfosis,
como una tela azul sobre el viento.
No hay fin, no hay final
Entre
Tú
Yo
Ella.
Yolanda Jiménez Celma
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