Tu ausencia hace llover encima mío
el espacio que queda entre la lluvia.
Roberto Juarroz
Regresábamos a casa
en un viejo tren de cercanías.
Tú llevabas la carpeta roja de la universidad.
Yo, por aquél entonces, la ley de los espacios en blanco de
Giorgio Pressburger.
Apreciaba a ese autor y ahora lo aborrezco.
Los días van pasando. También caduca el tiempo.
Empiezo a descubrir los porqués de tanto para qué.
Pero a ti que más te da. Es lunes y es mañana.
Regresábamos a casa, te iba diciendo,
el tren arrastraba cadenas fantasmales
por
la distancia gótica que media entre dos sueños y las
cadenas,
un revisor distante que me pidió el billete y te despertó.
El poso de alguna conversación incardinada
en no sé qué fragmento de inédita realidad,
latía en el ambiente e introdujo nuestras vidas en un bastiscafo.
En él, desde él, una mano invisible filmó el mundo.
Entre los dedos de las manos amputadas, late el mundo.
Ignoro qué silencios necesita la vida para soldarle
las manos a quien no las tiene.
Han pasado los años, todavía me acuerdo.
Daniel Izquierdo
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