miércoles, 19 de diciembre de 2012
Brindis por la muerte.
Atada me llevas,
y tu yunta me desliza
a una embriaguez certera.
... Tus dedos suspendidos en mi cordura
convierten un momento en eternidad,
y una eternidad en locura.
Quisiera resistirme,
aun así, me doy por vencida;
sé
que es la muerte,
y la muerte vida.
Rezo con el misticismo del culpable.
Almudena de la Fuente
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