Algunas
veces, el universo se deshace,
con un simple roce de los dedos,
que tocan con suavidad el pasamanos
del mágico desenfreno.
El cielo se dibuja en unos ojos ,
en un jazmín florecido a contratiempo,
en un verso de tallo largo ,
y un corto sorbo a tiempo;
en una copa vacía donde sirves tu esencia,
cual delicioso veneno.
Desbordado silencio que anega las estancias
impregnadas de líquidas fragancias
y el canto humilde de los besos.
con un simple roce de los dedos,
que tocan con suavidad el pasamanos
del mágico desenfreno.
El cielo se dibuja en unos ojos ,
en un jazmín florecido a contratiempo,
en un verso de tallo largo ,
y un corto sorbo a tiempo;
en una copa vacía donde sirves tu esencia,
cual delicioso veneno.
Desbordado silencio que anega las estancias
impregnadas de líquidas fragancias
y el canto humilde de los besos.
Almudena de la Fuente
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