miércoles, 25 de noviembre de 2009

NOCHE DE OTOÑO




Hoy quiero un beso largo
y una lengua perdida por mis manos,
quiero morderte el cuello
y jadear adentro de tu aliento.
Quiero quedarme quieta sobre el mundo
y moverlo al compás de lo que siento
y agotar las reservas de tus venas.
Quiero que busques algo sobre mí
como si realmente
pudieras encontrarlo.
Sólo más, nada más, y tan aprisa
como se escapa el cielo
en una interminable borrachera;
tan despacio como se acaba un árbol
bajo los mil mordiscos
de las heladas negras.
Más luz, más paz, mas tercas melodías,
más sed y oscuridad sobre mis piernas,
zarpazos de lamentos y caricias,
recuerdos imperfectos de otra vida.
Y al final quedarán entre tus dientes
mis labios recordando
lo que dices en sueños
y mi piel inventando lo que sueñas
a golpe de caderas y de estrellas.




Olga Bernad


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