domingo, 18 de noviembre de 2012

Rapto





Nos miramos a la cara y fue un segundo
me raptaste de un mar lleno de gente
y el beso fue inmediato y muy profundo
tanto como si hiciera una eternidad que lo esperabas
El mío fue más lento, algo más calmo
pero igual en el tiempo deseado
Tan segura estaba de tenerte un día
que no tenía prisa en consumarlo.
Tus manos me sacaron de aquel mundo
y las mías se colaron por tu espalda
debajo de tu ropa
Y como si nos conociéramos de siempre
como si nos esperáramos
no hicieron falta más preámbulos
que tus ojos, mis ojos,
tu boca, mi boca,
tus manos, mis manos.
Y corrimos para amarnos sin descaro
y aún yendo más a prisa que las prisas
que por un momento de tanto desearnos nos frenamos
pero luego continuaron las caricias
Sorprendidos aunque ya sin sorprendernos
porque en el fondo el Universo lo sabía
que una noche como esta que recuerdo
tendido en mi lecho acabarías
y debajo de la manta algarabía
jadeos, sudor, juego, saliva
todo entero penetrabas en mi cuerpo y en mi vida
Y el adiós es siempre un niño tímido
que sabe que en mí tu marca ya has dejado
y que yo he dejado en ti la mía
para cuando te atrevas a regresar un día.



Gabriela Collado 

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