Quisiera volver a tener tres años
para no ser consciente de nada,
para abrazarme a mi madre
hasta quedarme sin tiempo.
Quisiera volver a tener tres años
para que me golpee la vida con su mesa,
para que me golpee la vida con su silla,
para que me golpee el capricho negado
y llevar tacatá para que la vida no me golpee,
para que no me golpee la vida con su estaca,
para que no me golpee la vida con su traca,
para no explotar por dentro tantas veces.
Quisiera volver a tener tres años
y que todas las piedras estén hechas de caminos
y no encontrarme las rodillas en los cuencos
que no hubieron de darme de comer porque
quisiera volver a tener tres años
y no darme cuenta del abuelo que se ha ido
y no darme cuenta del hombro de la muchacha
que no se da cuenta de que la he dibujado cien veces,
cien veces que no se han dado cuenta
de que quisiera volver a tener tres años
para pintar casas de colores y niños dados de la mano
en lugar de metralletas, en lugar de cuellos
hermosos deseosos de rebanar.
Quisiera volver a tener tres años
para decir agugutata en vez de mierda,
para llorar no poder tener a mi madre en el cartílago,
para llorar no poder tener a mi padre en la uña,
para llorar no poder tener futuro.
Quisiera volver a tener tres años
pero tengo veintiséis
y toda una muerte por delante.
Quisiera volver a tener tres años
para no ser consciente de nada,
para no tener ni las palabras
de la tristeza.
Pedro Morillas
2 comentarios:
Me encanta este blog! Muchos besos y saludos! ♥ ♥ También soy una fanática de la poesía. Para quien quiera visitar mi blog: http://versosdeunapelirroja.blogspot.com/
Deseos hermosos, pero tan imposibles.
Un saludo
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