He decidido cambiar mis pasos
para caminar
en dirección contraria a tus pupilas,
para no sentir la piel erizarse
al girar en tu esquina,
para no perder más el rumbo
bebiéndome las noches
jugando a intentar robarte un beso,
para no dejarte pellizcar
más allá de la dermis que
nunca has hecho intento de tocar,
para dejar de poner tu rostro
al de cualquiera que me cobija
madrugadas frías y resacas.
He decidido vendarme de ti
antes de que seas herida
para perderme entre el montón
y pasarte desapercibida.
Vaciar el tambor del revólver
de esta ruleta rusa
y colgarme del pecho
la bala con tu nombre
cerca de los pulmones,
casi tocando el corazón,
pero incapaz de atravesarme.
He decidido desaparecerte,
o intentarlo,
y ya me ves,
otra vez, versándote...
María Guivernau
1 comentario:
Hay cosas que no tienen remedio. Besos.
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