Inquietud de perder la cabeza
impulso de medir cada gesto
encasillar cada acción
archivada por momentos .
Desviando el caudal de las emociones.
hacia la adicción metódica del trabajo,
en la cual la mente todopoderosa
excluye el ruido externo e interno
de un corazón sintiendo a borbotones.
Es lo que convierte
a un príncipe
en renacuajo.
O a la princesa
en damisela
de diadema floja
junto al sapo.
Un corazón
donde la razón
lo rompe a pedazos.
En el empeño
de ser funcionales
nos olvidamos de amar.
Helena Paso Reales
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