viernes, 16 de junio de 2017

Desde, hasta, siempre



Estoy y secundo tus caricias...
y, a veces, me anticipo.
Te rodeo, tenazas mis muslos,
trenzando nuestro deseo.
Se retan las pupilas,
las niñas compitiendo,
entre artificiales fuegos.
Trémula la voz,
me tiemblas...
Cerrados los ojos,
ya no soy dueña,off
si no esclava de tus actos.
Más también, ama y señora.
Tu... mi duelo.
Desde tu carne,
tu corazón en mi mano.
Estas, y tus cadenas a mí,
sin llave ni cizalla.
Y aun cuan, tanto me tiemblas...
por la verdad de la palabra
que va destilando tu piel,
soy capaz de sostener, firme,
la voz ahogada.
Y entre el beso que permanece,
responderte a nuestro Amor Amar,
desde la hora en que despierta el cielo,
hasta el momento en que bosteza.
Donde los ángeles, van soplando velas,
para después prender el sol,
desde su primer guiño,
hasta los ojos bien dormidos...
nuestro Amor,
en reanudado concúbito.



Juliet Offenbach




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