Y solo me llega un eco,
sin voz, ni palabra.
Y solo me salpica la gota,
de la lágrima que resbala,
por los dedos que intentan,
entre sus manos portarla.
Y solo me llega la imagen
del bebé dormido, empujado,
hacia lo más hondo del sueño.
La del niño sin mirada,
con la mirada sin niño.
Y solo me llega el dolor,
y solas las rabias,
las impotencias
la desesperanza.
Llantos sin tiempo
lágrimas cortadas,
paredes que se hacen ventanas.
Techos de cielo negro
el suelo en llamas.
Sangre a grito de ¡¡Exterminio!!
con su nombre, el tuyo, el mío...
cada bomba va firmada.
Y solo me llega el cuadro,
ausente la pincelada,
y de rojo voy pintada.
Ser humano soy... La Tacha.
Vergüenza, asco, repugnancia.
Juliet Offenbach
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