(C'est l'heure exquise ...Paul Verlaine )
Era la hora exquisita.
Y tu yacías dormido sobre mi regazo
mientras a nuestra espalda el río,
rumoroso y lento, fluía.
Era la hora exquisita.
Y mis labios sobre los tuyos
escribían en tus sueños.
Y el río se volvió silencio
y te miró celoso.
Era la hora exquisita.
Cantaban los pájaros
y tu yacías sonriendo dormido
sobre mi regazo
bailando en mis sueños de besos.
Pero se creció el río
y sus afluentes se tornaron brazos
sus lodos se hicieron precisos
con otros contornos
como igualando tu cintura
tus caderas
tus hombros anchos.
Era la hora exquisita.
Asomaba la aurora
para arrebatarnos la luna
y tu yacías sombrío
sobre mi regazo.
Se levantó el río
con su cuerpo de hombre
y te hizo a un lado
para llevarme consigo.
Desde entonces olvido.
Pero hay otros días terribles
en los que recobro la lucidez
de aquella hora exquisita
Consuelo Pillado Pérez
1 comentario:
Me ha gustado mucho la poesia ,creo que la imprimo para aprendermela de memoria.Daniela V. delavoratori pubblici
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