No puedo saber cómo se ciñe lo infinito
ni dónde comienza lo eterno
ni librarme del infierno
si no vienes
y me abrazas
y me besas
con todos tus besos lentos.
Cómo puedo saber hacia donde queda el norte
el universo
la raíz de los vientos
si no vienes
y me abrazas
y me besas
con todos tus besos lentos.
No podré saber del incendio de los cuerpos
del fuego en los encuentros
de la ternura de tus dedos
si no vienes
y me abrazas
y me besas
con todos tus besos lentos.
Consuelo Pillado Pérez
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