miércoles, 3 de octubre de 2012
HAMBRE DE TI
Tengo hambre de saber y de saberte,
de mirarte, de aprenderte y ser en ti.
Tengo hambre de los aires que te envuelven,
del susurro de tu boca cuando empieza a sonreír.
Te quedaste, amarrado entre mis alas,
en la impronta de mi cuerpo de marfil,
en la líquida ternura que rebosa en la mirada
cuando tiemblo por estar cerca de ti.
Tengo hambre de la línea de tu espalda,
de la ilícita caricia aún por venir.
Solo hambre, de morderte entre mis sábanas
y en el arco de tu ombligo, sucumbir.
Te enredaste entre las curvas de mi carne,
me tomaste y en tu cuerpo ¡me rompí!
y el gemido se hizo dueño de la tarde,
de la piel y de la sangre ¡solo por sentirte en mi!
Tengo hambre ¡hambre de ti!
Ángela C. Aranda
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