Hay heridas que no deben cicatrizar.
Hay dolores que no se pueden escribir.
A veces hay que coger
la poesía por el cuello,
acariciarla con suavidad,
como si de una amante se tratara,
y, luego,
firmemente,
estrangularla.
Amelia Díaz Benlliure
1 comentario:
A pesar de todo, querida Amelia, la poesía continúa siendo una arma cargada de futuro.
Un beso
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