Odesa sin la sintaxis del otoño:
-en bailarinas/
estranguladas-
y a quién le importan los profesores de literatura.
Debajo del mantel las sílabas con las que se puede jugar
a descomponer tus nombres,
para que no lleguen más correos desde Vladivostock.
O el pulso esta vez se me hiela
en le Baikal.
:Contracciones
al animal pálido y sonámbulo de una mujer
recién duchado
Sólo esperas encontrar en los periódicos un mechón de
cabello
dentro de una cajita
lacio y sin remordimientos
por este exilio, en lengua
alemana
José Gabarre
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