Sentada frente a ti
arrojaré los restos de memoria
desahuciando al pasado
por ser lo que ahora queda.
Regaré tus corales con cumpleaños
te obsequiaré desdicha en celofán,
errores y este miedo.
Me cobraré la espuma
-superflua- sólo ella es quien se acerca,
no sabe que en tu fondo enterré los delfines.
Queda poco, ya llego,
y me verás sentada, ahí, delante
mientras te vas y vuelves -siempre sabes volver-.
Estoy de recogida
preparando matrioskas,
matrioskas de deseos
que envuelvo entre burbujas de plástico y papel.
Espera, ya verás, voy a llegar.
Por las noches serán esas estrellas
-las que techan tu agua-
nostalgias y guernicas abrigándome toda.
Y de día el azul con que recibes
me dirá que el presente es como un canto
y el futuro silencio a completar.
Me mudo hacia tu eco
voy llegándote, aguarda,
otórgame el silencio que te queda;
dámelo todo, mar.
Graciela Zarate
2 comentarios:
Bello poema , armónico e intenso.
Magnífico poema de la autora del mejor libro de poemas que haya leído: "El Loco" (Aunque este sea de "A contraluz de embargo")
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