Tan húmeda, tan ciega voy,
respiración entrecortada llevo,
ando dejando mi olor entre el tumulto.
Se me asoman las flores en el vientre
liberando ganas y néctar de frutas.
Tulipán encendido.
Se expanden endorfinas en el aire,
eclosionan, atormentadamente
mueren,
en el camino se desangran,
tan sedientas están.
Mueren por sobredosis de deseo.
Meri Pas Blanquer
3 comentarios:
Es el riesgo que se produce al esparcir endorfinas en el aire y en la tierra.
Un abrazo.
Enorme, grandioso poema.
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