“Este saber no
sabiendo
es de tan alto
poder
que los sabios
arguyendo
jamás le pueden
vencer
que no llega su
saber
a no entender
entendiendo
toda ciencia
trascendiendo.”
SAN JUAN DE LA CRUZ
El verbo se adelanta, y me toca
hay algo de mí en su lengua de aire
en la anchura del frío, amaneciendo.
El verbo se adelanta, corrige el señuelo de la noche
y despierta un silencio sonoramente largo
donde todo se oculta
pero existe, así, intuido y abierto.
Amo la libertad que el aire arroja para mí,
soy la niña que aúlla con su disfraz de bosque
sobre la humedad volátil y el salitre,
amo el despertar despedazado por los ojos
donde se forma el vuelo;
hembra que construye la redondez del mundo.
El verbo se adelanta, sí, conmigo adentro,
y todas las razones giran
y los sentidos giran
y una muchacha gira con mi nombre y mi pelo.
Inventaré un cuerpo, y lo llamaré mío
y no entenderá la boca de la tierra
ni los pronombres débiles
de un himno que no sangra
o la forma que tienen de morir los cipreses:
sobreviviendo.
Sara Castelar
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