Luces de Neón
o estampidas
repartidas en montones o en filas
en columnas resumidas
de ganas de perder la cuenta
y llevar alguno que otro de más.
Caer de bruces en tu orilla
con acordes de mar y luna nueva
de sol
de sal
de arena fina y caracolas.
De peces
limón
y de golpes de viento en las olas.
No te quejes, amor
de que corre el rumor
que no tienes castillo.
Mientras quede tu honor
desarmando el valor
del que presume el destino.
Vuelve a mi corazón
donde aún guardo tu espacio
cuando pongo la mesa.
Que cualquier sitio
es un palacio
si en él hay una princesa.
Carlos Quintas
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