viernes, 25 de febrero de 2011

Carta





Hoy te escribo esta carta y no sé qué decirte.
Tal vez que todavía
tu nombre me palpita
exactamente al lado de la palabra siempre.

O quizás que te echo de menos y me canso
cuando busco tu risa
por calles y relojes,
y parece que todo es como un beso largo.

Que sepas que aún, de noche,
en la alta madrugada,
me viene tu recuerdo, la redondez del pecho,
cuando mi mano
era la más exacta brújula.

Y que no sé si esto es amor o tan sólo
empeñarse en vivir en tu cuerpo y el mío
esa historia pequeña
de los grandes amores.

Por la presente quiero
decirte que los días
transcurren lentamente
y que me siento triste
en viejos aeropuertos y en las nuevas pasiones.

Al recibo de ésta, contéstame con besos
a pagar en destino.
Pero que nunca vuelva
con ese sello triste que ponen en las cartas:
dirección desconocida.



Rodolfo Serrano