(Para mamá)
Tiritan las hojas de la memoria.
¿Qué quedó del rostro perplejo
sino una sombra de años durmientes?
Quién pudiera volver a la tersa frente de los niños
y dibujar caballos de madera...
Tiritan
uno a uno los recuerdos
evocados en retinas transparentes.
Y te veo.
Fresca de dolores,
vacía de inviernos.
Y me veo llamándote en la tarde,
como un rugido
de carbones crepitando y chimeneas.
Oscila todo en el péndulo del tiempo.
Menos tu mano fuerte.
Elisa Berna
1 comentario:
Estupendo. Qué bien escribes!...
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