jueves, 24 de febrero de 2011
Mujeres esperan, junto a mí, el autobus
Mujeres esperan, junto a mí, el autobús
Hablan de su marido y de sus hijos.
Y dicen: “mi marido” y “mi “Isabel”
o “mi Pedro” con ese
sentido de propiedad que sólo tienen
los que nada poseen salvo la sangre.
Y, luego, también dicen “mi señora”.
Y no dicen “mi casa”. Sólo dicen
“la casa donde estoy” y donde limpian
tres veces por semana.
Cada mañana se juntan y los lunes
hablan de la comida del domingo,
de los nietos
y del marido en paro ya va para tres años.
No cumplen con la ley antitabaco
y devoran, ausentes, cigarrillos y sueños,
y, a veces, reconocen que es un asco la vida
y que les duelen
las piernas y las almas. Y dan gracias
porque, al cabo, hay trabajo y así pueden
tirar con la hipoteca de los hijos.
No entienden de políticas, mas saben
que la vida es difícil y su Pedro
no estudia y nada encuentra.
Y ella le da a escondidas algunos euros todos
los sábados, que el chico
también tiene derecho a salir por las noches.
Y las demás asienten
y luego callan. Piensan
en el día tan largo que las espera ahora.
en esa casa ajena. Hasta que una murmura:
"No sé por qué los pobres
tenemos que limpiar tanta riqueza,
sin que podamos, coño, ni tocarla".
Y ríen todas y dicen: "Es la vida".
Y se dicen adiós hasta mañana.
Rodolfo Serrano
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4 comentarios:
Creo que había leído este poema en el blog de Rodolfo Serrano.Es, como dice al final las mujeres que esperan el autobús, la vida.
Gran idea el traer a Rodolfo a tu Crepusculario.
Saludos
De la casa de Rodolfo vengo a la tuya en el autobús de los sueños. Poema y hogar cálidos, humanos, imprescindibles...
Me sumo encantado a tu nómina de seguidores.
Un abrazo
Aunque ya había leído estos versos, siempre es bueno recordarlos. Como a aquellos otros que esta semana han sido grabados.
Del blog de don Rodolfo es que vengo y, si no es ingrata mi presencia, he de recorrer el archivo como quien recorre las calles que lo vieron crecer.
Saludos.
Con que sencillez cuentas la realidad de miles de personas y de que manera tan hermosa. Me ha gustado mucho, Rodolfo, eres un POETA entrañable.
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