Ni todas las gotas del mar
ni todas las gotas de lluvia
ni todas las gotas de rocío
ni todos los amaneceres
ni los ocasos
y atardeceres
ni los silencios
ni los gritos
ni el viento
ni la tormenta
podrán acabar
con mi sed.
ni todas las gotas de lluvia
ni todas las gotas de rocío
ni todos los amaneceres
ni los ocasos
y atardeceres
ni los silencios
ni los gritos
ni el viento
ni la tormenta
podrán acabar
con mi sed.
Juan Manuel Álvarez Romero
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