viernes, 19 de mayo de 2017

DONDE LLUEVEN OLAS





Me has visto con una falda como tu alfombra

y con otras más cortas que tus servilletas,

bebiéndome el bar y comiendo algas,

con el corazón de airbag saltando

cuando me chocas los cinco sentidos.



Te he visto ponerle pegamento al mar

allí donde rompen las olas,

pedirle un poco de sal como aliño

para mis rizos color vinagre balsámico,

pelearte por mí con un paraguas roto

sin saber que eras tú la lluvia.



Quizá, después de todo, sea hora

de reloj sin pilas reconocer

que aunque sea una chica

más de dragones que de príncipes ,

empieza a gustarme que me dejes los dedos

manchados de azul al volver a casa.




Amaia Barrena García




No hay comentarios: