Me has visto con una falda como tu alfombra
y con otras más cortas que tus servilletas,
bebiéndome el bar y comiendo algas,
con el corazón de airbag saltando
cuando me chocas los cinco sentidos.
Te he visto ponerle pegamento al mar
allí donde rompen las olas,
pedirle un poco de sal como aliño
para mis rizos color vinagre balsámico,
pelearte por mí con un paraguas roto
sin saber que eras tú la lluvia.
Quizá, después de todo, sea hora
de reloj sin pilas reconocer
que aunque sea una chica
más de dragones que de príncipes ,
empieza a gustarme que me dejes los dedos
manchados de azul al volver a casa.
Amaia Barrena García
No hay comentarios:
Publicar un comentario