lunes, 29 de mayo de 2017

ÚNICA FE (My only faith's in the broken bones and bruises I display)



Lo único que le pediría a los encargados de los departamentos de

español es que de una vez por todas comenzaran a enseñarnos

español. No creo en la inmersión, no creo lo del communicative



approach, perdónenme: pero tampoco le creo a ninguno de

ustedes (cada vez que dicen la tema de hoy en una clase

de estudiantes de post-grado, cada vez que me preguntan



¿cómo está tu marida? y ganan esos mismos ochenta

mil dólares con que podría financiar las visitas al

médico de mi hija. No tengo nada en contra de



ustedes, pero de una vez por todas déjense de confundir

literatura con buenas intenciones, no hay nada más

insoportable que la mentira consuetudinaria de



elevar la visión de los vencidos a la categoría de un

clásico que les asegurará un par de becas y muchas

pasantías en esos lugares de los que tanto han



aprendido, salvo su lengua: han visitado tantas veces

el mismo Santiago que me vio morir, pero literalmente

no se han bañado nunca en el mismo río que nosotros:



al menos dejen de cobrarnos los impuestos que antes

nos cobraron con la figura ominosa de una tradición

a la que tampoco pertenecimos ni me interesa: esos



listados infinitos son la guía telefónica de la exclusión,

la evidencia de que no les interesa ni en lo más mínimo

la poesía dolorosa de los adolescentes si no viene con el



respaldo de la familia, esas casas patronales de las que

el patrón todavía no ha salido, acuérdense por un momento

antes de subirse en el avión que los llevará a la próxima



conferencia de esa hambre por saber cuáles eran las

verdaderas influencias de neruda, cuál (de todos los

vanguardistas parisinos había sido verdaderamente



amigo de huidobro. Por eso olvídense de las justificaciones

que llevan al pie del cañón y/o debajo de la manga para

sacar de las listas de lectura obligatoria a virgilio



piñera pero incluir por obligación a borges, no vuelvan

a preguntarnos con desdén de dónde salió bolaño ni

qué ha escrito el junot díaz ese porque de borges



(ni más ni menos) es de donde provienen bolaño y

tantísimos otros, no vuelvan a dejarse llevar por

esas ridículas cartas de recomendación que han sido

escritas en la misma serie de producción que el ford T

y las zapatillas de michael jordan, no sigan menospreciando



las publicaciones hechas en revistas marginales de

latinoamérica ni la tristeza de ese peer reviewed system

que sólo puede convencerlos a ustedes, los estudios



culturales están tan caídos en desgracia como la agenda

que los justifica, la paz seguirá dominada por santa cruz

mientras los mismos bolivianos no decidan lo contrario



aun cuando vuestras clases sobre alcides arguedas sean

profundamente intrascendentes, al igual que los amantes

de sendero refocilándose en la lectura de arguedas, que no



tenía mucho que ver ni con sendero ni con ustedes, borges

era asquerosamente clasista pero no por eso deberíamos

dejar de leerlo, sino aprender por sobre todo a releerlo



hasta el cansancio y recordarlos a ustedes con cariño

pensando en la manera en que han envejecido tanto

ustedes como su hippismo trasnochado, su acomodo



resiliente desde esa academia con la cual no pudieron

cambiar ni el mundo ni la academia, pero tal vez nosotros

puesta la fe en nuestros huesos quebrados, en nuestros moretones



tengamos que cruzar el río cuando las cartas nuevamente

estén echadas y el final ya se conozca y aunque todos nos

digan que ya no queda nada por hacer juntemos las manos

para rezar: pidiendo gallardía en el combate.




Cristián Gómez




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