Y cada día la erosión vital
va aniquilando cualquier careta,
maquillaje,
o disimulos.
No podemos fingir eternamente,
ni permanecer en un limbo
del orgullo,
impasivos
ante el mañana.
Debemos rasgarnos el alma,
dejar escapar lo más sensible
y esperar que vuelva renovado.
Esta vida es una mala broma,
un buen polvo y cuatro risas,
una película de serie B,
un triple en el último segundo
probando la valentía y sangre fría del tirador.
Esta vida es arena y agua,
barro maleable
en manos de alfareros mancos,
un paisaje increíble,
que insultamos con miradas vulgares.
Daniel Gómez
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