Palabras con instinto asesino,
palabras crueles que dejaron
un rastro acuoso de dolor.
Palabras orgullosas,
las que necesitaba saber
y no esperaba,
las que mudaron mi destino.
Mentira por mentira,
el amor decidió cambiar
y buscó otra compañía,
el placer sosegado de la luz elegida,
el beso sincero, la mano tendida.
Se fue en un soplo el recuerdo inútil.
Tú fuiste ayer y él es mañana.
María Dubón
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