Transitas por el sigilo de mis relojes,
arrebatando algún latido a mi pensamiento,
se diluyen en mi tus ojos como terrones,
rubricandome tu esencia en arreboles de solsticios...
Tus labios han atado mis besos,
a tu secreta y suave geografía,
tienden sus redes por mis vértigos,
desnudando las silabas de mis versos..
Ávida de ti escalo por tu reflejo,
que se aferra al espacio de mi cama,
y encallo en esa palabra que te abarca,
y termina en los murmullos de mi sangre...
Paloma G. Castellanos
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