A Julio.
No tocaremos la eternidad, sólo su esencia.
Yo te abro mi cuerpo para que tú entres
y todo en el universo cambia,
como todo cambia cuando confluyen dos gotas de agua,
dos nubes, un viento y después una tormenta.
No tengo nada íntegro,
soy lo que sucede cuando sucedo contigo.
Eres el vértice de esa estrella que me cruza
y se desborda,
y se desborda
en un ínfimo universo ajeno a los telescopios y a los mapas.
Somos ese pedacito de algo que no cabe en la historia,
y, sin embargo, amor, qué poco importa,
si todo el cielo me cabe en las palmas de tus manos,
y con tus manos me tiemblas
con la fuerza sísmica del planeta,
y con tus manos me expandes,
más allá del contorno de los mapas.
Martina Brisac
1 comentario:
Me ha encantado, enhorabuena.
Bs.
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